Las conversaciones de los GEO en Kabul mientras Marlaska veía «seguro» el aeropuerto: «Es un caos»

“La semana del 9 de agosto ya empezó a haber un rumor en la ciudad de que otros países estaban pensando en evacuar. Sin embargo, desde España no llegaba nada, no se decía nada. Aguantamos hasta finales de semana que fue cuando nos sacaron en helicóptero junto con el embajador”. Los 17 policías que se encontraban destinados en la embajada de España en Kabul apenas han pegado ojo desde el viernes 13 de agosto. Desde ese día aseguran parte del aeropuerto de Kabul, protegen al personal diplomático y recogen a colaboradores afganos para meterlos en aviones rumbo a España. Cuando pueden comparten información con sus compañeros en España. OKDIARIO ha tenido acceso a algunas de esas conversaciones que relatan los últimos días en Kabul.

En Afganistán ahora mismo sólo hay 20 uniformes del Cuerpo Nacional de Policía, todos están en el aeropuerto de Kabul y su labor no le ha pasado desapercibida a nadie. Desde el pasado 13 de agosto, 10 miembros del Grupo Especial de Operaciones y 7 agentes de las Unidades de Intervención Policial custodian a la delegación diplomática española en Afganistán, protegen parte del aeropuerto y tratan de traer a su lado de los muros a los cientos de colaboradores afganos. A esos 17 agentes se han sumado otros 3 miembros del GEO. Para todos ellos los policías desde España están pidiendo ya el máximo reconocimiento a su labor, no sólo por el peligro que corren sino por cómo la están desempeñando.

‘Los 17 de Kabul’

La comunicación con los agentes está siendo muy complicada, pero algunos de ellos han podido conversar con compañeros preocupados por su estado. El pasado viernes día 13 uno de ‘Los 17 de Kabul’ mantenía esta conversación con un compañero en España preocupado al ver que no evacuaban la embajada española:

• “Esta mañana estaban sacando de la embajada de Estados Unidos con Chinooks (modelo de helicóptero militar) Parece que el aeropuerto está ya rodeado por talibanes. ¿Aún no os han dicho que os vais?
• “Nos han sacado los americanos en helicóptero desde HQ (Cuartel general en inglés) a zona segura al lado del aeropuerto en HKia (Aeropuerto de Kabul). Ahí esperaremos el avión que venga a buscarnos”.

Sin embargo, estos pronósticos se mostraron benévolos muy pronto y tras explicar que estarían dentro del aeropuerto en una especie de barracones con habitaciones, uno de los 17 policías nacionales en Kabul le relató a su compañero en España los momentos más complicados en el aeródromo: “Ha querido invadir personal afgano las pistas militares. Se les ha tenido que frenar con disparos disuasorios. Es un caos, pero existe una posibilidad importante de que entre tanta gente se cuelen talibanes en el aeropuerto”. El resto ya lo vio todo el planeta: cientos de personas recorriendo las pistas del aeropuerto de Kabul y algunos de ellos cayendo desde los aviones que despegaron y a los que se habían aferrado como única esperanza.

En medio de esta pesadilla y mientras los policías desde España se enteraban con cuentagotas de lo que estaba sucediendo, llegó una de las primeras intervenciones del ministro del Interior Fernando Grande-Marlaska, quien sostuvo en las primeras horas de la crisis que el aeropuerto de Kabul era un lugar seguro. Y lo dijo mientras los propios policías a su cargo disparaban ráfagas disuasorias para evitar la entrada de talibanes infiltrados entre la masa de refugiados.

Las conversaciones entre compañeros policías separados por miles de kilómetros han seguido desde entonces. A veces, para recordar que les dio tiempo de llevarse del edificio de la embajada de España la bandera conmemorativa de los dos agentes de Policía muertos en el atentado sufrido en la embajada en el año 2015 haciendo bueno, ellos sí, eso de que no iban a dejar a nadie atrás. De hecho, fue el GEO el que propuso las incursiones en Kabul desde el aeropuerto para tratar de acercar a los colaboradores afganos a quienes los talibanes no dejan ni acercarse al aeródromo por “traidores”. El peligro de esas incursiones las hizo imposibles y ahora los ’17 de Kabul’ y sus tres compañeros de refuerzo se dedican a recibir a los refugiados que consiguen llegar y a protegerlos hasta que suben en el avión que los trae hasta España. El agotamiento ya hace mella en estos agentes, pero saben que serán los últimos en salir de allí y aguantarán hasta el último momento.

“Desde anoche llevo muchas horas trabajando. Apenas he dormido una hora. Pero he podido hacer alguna foto durante la evacuación. Pero la foto que le he podido hacer a esta niña… uf”. El agente adjunta una imagen a su compañero. Una pequeña afgana de apenas tres o cuatro años juguetea con un cordón de seguridad y mira fijamente a la cámara. Una niña menos en manos de los talibanes gracias a los ‘17 de Kabul’.